La joya dental es un tratamiento que consiste en colocar un pequeño brillante de cristal o alguna piedra preciosa sobre un diente.
Normalmente se coloca en un incisivo lateral superior, ya que es más visible cuando sonreímos.
Es un tratamiento indoloro, económico y fácil de realizar en una sola sesión, que no provoca ningún daño sobre el diente tratado porque se adhiere con una resina fotopolimerizable.
Puede durar mucho tiempo en boca si el paciente tiene un buen cuidado de su higiene oral, y puede ser retirado en cualquier momento.
El brillante dental se une al diente usando el mismo principio de unión de los brackets ortodónticos y está revestido en una de sus caras por una película semejante a la utilizada en los espejos, en la cual se refleja la luminosidad y le da un aspecto deslumbrante.
Puede ser de diferentes materiales, desde un simple cristal transparente o azul zafiro, hasta una piedra preciosa como diamantes, zafiros y rubíes.
Es un procedimiento absolutamente inofensivo, indoloro y de corta duración (10-20 minutos), que puede realizarse en una sola sesión en la clínica.